miércoles, 11 de junio de 2014

Punto de Vista - View Point

Capítulo 2 – Publicación 5
Elementos necesarios para su ejecución
Certeza

La determinación de la certeza, asegura la precisión de nuestras ideas de cómo solucionar nuestros problemas, dándole en el punto exacto, con un análisis rápido y veraz. Cuando somos certeros en nuestras ideas, el impacto suele ser positivo y muy convincente.

Dirigir nuestros pensamientos con precisión, algunas veces puede ser muy complejo, la dificultad de la que hablamos está en saber elegir acertadamente una solución o alternativa; Veamos, cuando surge la necesidad de crear algo, modificarlo o simplemente actualizarlo, siempre está la pregunta: -¿Qué idea tenemos para poder desarrollarlo?- son alternativas de una o varias personas y aquellas son tan importantes de tomar en cuenta, ya que nos abre el horizonte sobre lo que nunca se nos pasó por la mente. Pero la Certeza de ubicar el punto de nuestras ideas va de la mano con el conjunto de pensamientos obtenidos en un grupo de personas, pero lo más importante es cuando nuestra mente da en el blanco, en el momento que estamos adsorbiendo las ideas de los demás, un análisis rápido y veraz.

Muchas de nuestras propias decisiones no son más que el resultado de un análisis practico que sobresale de nuestras ideas, de saber razonar con claridad frente a situaciones que emergen de la  improvisación nata del ser humano para resolver cualquier tipo de inconveniente, la certeza intelectual otorga a la persona un don para seguir desarrollando su capacidad de razonamiento.

La madurez del ser humano otorga la sensatez para defender con hidalguía los ideales formados en su intelecto, es muy importante el proceso de maduración del individuo, como también es claro que existen mucho elementos a su alrededor para conjugar el esfuerzo y tener una firme personalidad sobre el resto de ideas que sobrevuelan en su entorno.

En una compañía, los grandes ejecutivos o vice presidentes tienden a planificar objetivos con el propósitos de lograr la meta, los objetivos o planes de acción deben tener un sustento firme de lo que se requiere para lograr en un plazo corto lo planificado, de esta forma evaluar cada proceso  para ir mejorándolo y nuevamente implementándolo en el tiempo, así, al final del año valorar el esfuerzo con resultados positivos o negativos en la línea de la meta final. Si se logra el éxito tiende a ser beneficioso para el negocio, pero nunca será beneficioso para el trabajador cuando la meta fue todo un fracaso, en el camino es importante tener muy abierto los ojos para observar cada movimiento, escuchar muchas veces comentarios que nos alerten de cualquier perturbación, porque al final no son los logros de una compañía para su éxito empresarial, sino la satisfacción del cliente con el trabajo prestado y de los resultados financieros, son dos cosas importantes que van de la mano y hacen de una empresa feliz a sus trabajadores.         

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