jueves, 28 de mayo de 2020

MI ROSA


Te conocí tan bella, tan fresca, tan dulce y amorosa, recuerdo mucho cada una de tus miradas y de tus sonrisas, nunca pensé que podía uno enamorarse con solo observarte y decirme a mí mismo, que la atracción solo le pertenece al universo y que dos almas pueden encontrarse con una sola mirada y que tú y yo no éramos la excepción.

Pasaba el tiempo y solo deseábamos vernos a solas, pasear, compartir lo que más nos endulzaba en nuestros encuentros triviales, no había momento en el día en que solo quería robarte aquellos besos tan intensos… y tu tan pequeña, tan dócil, tan llena de amor, disfrutabas de una nueva aventura de sentimientos y pensamientos tan melódicos como amorosos.

Es todo tan infinito, es todo tan irreal a veces, que la fantasía solo nos envuelve y los recuerdos nos detiene en el tiempo, que lo real termina por despertarnos porque la vida es como un parque de diversiones, donde hay altas y bajas, risas y lágrimas, golpes y abrazos, vueltas y más vueltas.

Que hubiese pasado hoy sí hubiésemos enfrentado cualquier obstáculo, cualquier mirada que juzga sin observar el corazón, cualquier palabra que pueda herir y escondernos con un lamento a la burla o la vergüenza.

Y solo el miedo nos apartó de una gran felicidad, con ese terrible sentimiento no se puede amar, a pesar de abrir todas las puertas de su corazón, pero cuando uno realmente ama, no puede sentir rencor ni envidia, ni desprecio, ni odio. Si realmente amas, dejaras que se marche, porque quien despide a un amor con gritos y golpes, realmente nunca llego a amar a esa persona y consecuencia terminaras conviviendo con el rechazo y otros sentimientos destructivos en tu alma. El amor es amor, el amor nunca termina por odiar.    

Puedo escribir tu nombre, puedo nombrarlo, pero el solo hecho de tenerlo en la punta de la lengua, la boca cierra ese secreto y mi cuerpo se estremece con solo recordarte, sé que ya no estas en mi vida, pero muchos de nuestros momentos siguen copando mi corazón, pocas son las veces que nos encontramos y el sentimiento es como aquel primer día en que te conocí, es como cuando te enamoras a primera vista, y pierdes la razón, y el cruce de mirada lo dice todo, dice que nunca murió ese amor, pero la vida es como es y el destino solo nos pone un camino y es el del adiós.

La atracción solo le pertenece al universo y tú... sí eres la excepción.

Autor: Alberto “Beto” Lamilla.

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viernes, 8 de mayo de 2020

CUANDO CAE LA NOCHE


Sólo existe una gran diferencia, 
pues nada será igual que antes. Y te preguntas,  si fue lo correcto?, una pregunta que sólo viene con la noche. 

Cómo puede ser tan distinto, sí cuando te conocí eras como la aurora de la mañana, suave, fresca y silenciosa. Mientras más fuerte era el día, más intenso era su amor, sus ganas, sus risas y sus palabras.
 
Sí el final del día es un bello paisaje, cómo puede un atardecer diluirse en la oscuridad de tu desprecio, accediendo a los caprichos de la noche para librarte. Para no mirarme más y no tener que dirigirme una sola palabra, lo mas triste aún, que nunca sabré que fue lo que sucedió para que te ocultaras en la noche.
 
No quiero tratar de averiguarlo, pasaría una eternidad y llenaría mi mente de sucesos equivocados, olvidaría fácilmente lo que vivimos durante la luz de ese hermoso día. Ahora resulta que soy un estorbo. Si antes era lo mas bello que pudo haberte pasado en toda tu vida.
 
Ya no logro entenderte, es más, ya no te reconozco, siempre uno recuerda lo mas bello, pero la impresión de un final es la marca de cómo te recordare, por eso,
aún cuando tu noche ya no ilumine más mi vida, tendré esa pequeña luz que nunca hiciste que creciera en tu interior, esa luz que me hará recordarte como amaneciste en mi vida.
 
Terminaste por acabarme,
Pero eso realmente  no debe de importarte, y tienes toda la razón. Es que, entre el amor y la razón, está el día y la noche, hiciste que muchas cosas cayeran y por alguna razón, yo solo quiero vivir en el día y me quedare aquí porque el amor no tiene fin, su luz es tan clara y profunda que trasluce cada latido del corazón, que ama deberás.
 
Olvídame y olvídate de lo que paso,
Es mejor pasear por tu oscuridad para no saber con que tropecé, es mejor saber que la noche oculta tu cuerpo entre sombras


Autor: Alberto “Beto” Lamilla.

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