martes, 19 de noviembre de 2013

Capítulo I – Publicación 5 - Cómo ser mejores líderes

2. EXPERIENCIAS

Cómo ser mejores Líderes


La formación de Líderes no esta dirigidos a aquellos que lleven una buena posición económica, social o cultural; Es una idea mal concebida, se cree que la palabra “Líder” requiere de un don especial, de nacer con aquella cualidad, y que requiere de una imagen y una presencia que a simple vista identifica su posición, más aún si la virtud de sus palabras influyen en la decisión y pensamiento de las personas.

En cierto modo quizás deba llevar mucho de lo que hablamos, pero es más de lo que podemos pensar. El Líder esta dentro de nosotros, el Líder habla pero también tiene que saber escuchar, educar y aprender. Y en base a sus conocimientos deberá formar sus actitudes, explorando su mente, que lo lleve siempre a reflexionar en la entrega de sus pensamientos hacia los demás, así como las fuerzas internas de la naturaleza son muy sólidas, la actitud de un Líder son muy fuertes en sus ideas.

Pensemos por un momento en algunas personas como gobernantes o dictadores, o quizás algunos Gerentes, o Directores, que muestran facetas distintas (no en todos los casos), sobre, lo que es la autoridad, y es que la manera de ver las cosas sobre alguna idea este distorsionada, es acaso que prevalece para ellos “El derecho de imponer la Autoridad” pues seguramente.

- Pero ¿donde está su Liderazgo? - para ellos la palabra liderazgo puede convertirse en autoridad, son los dueños absolutos del poder, y el poder no hace a un Líder, porque sólo el poder destruye o equivoca el camino de las personas. El ser líder, no nos hace mejor que nadie, al contrario no ayuda ser mejores como persona, a ayudar y servir a los demás. El líder siempre crea conciencia, valora su persona como valora él de los demás. Para el líder es mucho más importante tener el criterio suficiente para no necesitar del poder. El gran estimulo de un líder es alimentar su intelecto, pues tiene que enseñar e ir aprendiendo.

© 2013 Copyright by Alberto Lamilla.



No hay comentarios: